domingo, 2 de diciembre de 2012

Quemaduras

Enfermería para todos:

 Las quemaduras son lesiones en los tejidos producidas por la energía térmica transmitida por radiación, contacto eléctrico o productos químicos, que producen desnaturalización de las proteínas, edema y pérdida de líquido intravascular por aumento de la permeabilidad vascular.

El grado de las quemaduras estará en relación con la intensidad y duración de la aplicación del calor. Para evaluar una quemadura tenemos que tener en cuenta la extensión de la región afectada para lo que es de gran utilidad la prueba de los nueve:

Por otro lado debemos de valorar la profundidad según la cual se clasifican en tres grados:
  • De primer grado: Predomina el eritema, no hay necrosis del epitelio, solo se ve afectada la capa más superficial de la epidermis.
  • De segundo grado: Afecta a toda la epidermis y la parte más alta de la dermis, da lugar a la formación de ampollas.
  • De tercer grado: Se afecta a la epidermis, dermis y tejido subcutáneo. La piel aparece seca, parduzca y ha perdido la sensibilidad, no suele producir ampollas.
¿Qué debemos de valorar en un quemado?

- La permeabilidad de la vía aérea, ya que hay que pensar siempre en la posibilidad de la quemadura por inhalación, son más frecuentes en el caso de quemaduras en la cara y en el cuello. Pueden producir una insuficiencia respiratoria grave.
- Valorar el estado circulatorio, ya que la pérdida de proteínas y líquido por la quemadura puede ser tan importante que puede provocar un colapso circulatorio.
-   Nivel de consciencia, que es un indicador excelente para valorar la presencia o ausencia de complicaciones asociadas.
- Grado de contaminación de la superficie quemada, ya que siempre ha de valorarse la posibilidad de infección.
- Otras complicaciones que puedan aparecer.


¿Qué debemos de hacer ante una quemadura?

  • Eliminar la causa: apagar llamas, eliminar ácidos, etc
  • Mantener los signos vitales; en los incendios, las personas quemadas pueden presentar asfixia por inhalación de humos.
  • Examinar el cuerpo del paciente; comprobar si se han producido hemorragias, fracturas, etc. y tratar la lesión más grave.
  • Refrescar la zona quemada aplicando agua en abundancia durante 20 ó 30 minutos quitando ropas, joyas y todo aquello que mantenga el calor.
  • Cubrir la lesión con vendaje flojo húmero (sábanas, pañuelos, camisetas, etc.).
¿Qué no debemos hacer?

  • No aplicar ningún tratamiento medicamentoso (pomadas, mantequilla, aceite, vinagre...), ni otra cosa que no sea agua.
  • No enfriar demasiado al paciente, sólo la zona quemada; si aparecen temblores, hay que tapar al herido con una manta.
  • No dar nada por vía oral (agua, alcohol, analgésicos).
  • No reventar las ampollas de la piel, pues el líquido que contienen protege de una posible infección. Al romperlas, abriríamos una puerta para la entrada de gérmenes.
  • No despegar nada que esté pegado a la piel (ropa, etc.).
  • No dejar sola a la víctima; en caso de tener que ir a pedir ayuda, la llevaremos.

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